En la Edad media cerca del año 1200 existió un hospital al pie de los puertos de Benasque a cargo de la orden de los hospitalarios de San Juan de Jerusalén con el fin de facilitar el tránsito entre Aragón y Francia.
Estos
hospitales a pie de puerto eran como mesones donde viajeros y demás se hospedaban
para descansar de la dureza que exigían los pasos de montaña.
Hacia el s. XVI este hospital pasó a cargo de la villa de Benasque.
En 1855
s. XIX, Mariano, el hospitalero, acude a la villa para oír las condiciones de
arriendo del hospital. Le interesa renovar el arriendo de este ya que ha hecho
mejoras y le ilusiona continuar.
En la plaza, entre la multitud, el alguacil lee las condiciones de arriendo. Mariano se las sabe. No puede abandonar el hospital a no ser por al mal tiempo, debe sacar estiércol de las cuadras, los comestibles que vende pone el precio el ayuntamiento igual que lo que cobra por el paso de caballerías y ganado. Debe enterrar los cadáveres de los viajeros, mantener los accesos, procurar que los forasteros no se queden más de tres noches a no ser por enfermedades o por mal tiempo. Mariano está acostumbrado a estas condiciones. Al final hizo su oferta, que le agrado al alcalde y lo aprobó, haciendo que el hospital continuara otros 3 años a su cuidado.
El oficio de hospitalero era duro, a veces desamparaban el hospital hasta la primavera. Con el deshielo lo pasos de montaña estaban más concurridos. En épocas de nieve por seguridad se tenían que reunir mínimo veinticuatro personas, para cruzar los pasos de montaña en ambas direcciones.
En casa del hospitalario también se alojaban carabineros y contrabandistas, soldados, cazadores, pastores, comerciantes, etc.
Aunque hay varios pasos entre España y Francia el más utilizado desde el s. XVII es el puerto de Benasque o el Portillon, ahora más arreglado y seguro dejando las Maladetas a sus espaldas y con los picos de la Mina y Salvaguardia de testigos.
La orden de Malta era una orden militar que se encargaba de dar cobijo a peregrinos y viajeros en Tierra Santa. Cuando se extendieron por Europa en el s. XII construyeron estos hospitales para ayudar a los viajeros que pasaban por los puertos de montaña.
A
finales del s. XIX el anhelo por
conquistar las montañas mueve a los hombres hacia estas latitudes del Pirineo.
Son los primero pirineístas y con ellos nace una nueva forma de entender las
montañas.
Tras la
guerra civil el Hospital de Benasque quedo abandonado y anunciaba su ruina.
Pero la intervención de un grupo de entusiastas lo ha convertido en un centro
hostelero digno heredero de sus históricos antecesores. Los hospitaleros se han
sucedido unos tras otros, pero entre las paredes de piedra del hospital, se
siguen contando viejas historias de peregrinos, contrabandistas, pastores, y montañeros.
En el mismo sitio donde ha estado cientos de años encontraran el hospital de Benasque en el que gustosamente pasaran una estancia inolvidable. También una empresa de esquí de fondo para conseguir forfait para sus pistas, así como material de esquí y raquetas.
En el mismo sitio donde ha estado cientos de años encontraran el hospital de Benasque en el que gustosamente pasaran una estancia inolvidable. También una empresa de esquí de fondo para conseguir forfait para sus pistas, así como material de esquí y raquetas.
Y aquí
es donde viene mi aportación en colaboración con mi amigo Salva de quien he
hablado en otras ocasiones, futuro guía de media montaña, de mi gran amigo Mikel
de las vascongadas, otro gran futuro guía en la especialidad de barrancos como
yo y quien sabe su límite, su inseparable perro Tuno, y mi querida chiquitina Marta.
No
teníamos mayor objetivo que el de conocer un poquito parte de esta historia tan
fabulosa sobre el hospital y meternos un poquito en la piel de estos antiguos
montañeros, de aquellos valientes que muchísimas veces arriesgaban sus vidas en
aquellos pasos de montaña.
Nuestra
salida se limitó a un paseo por la estación de Llanos del Hospital que nos llevó
hasta la Besurta (1900 m), un pequeño bar que nos encontramos a medio camino del
tan conocido refugio de la Renclusa (2140 m).
La ruta
comienza con una curva hacia la derecha y entrando en una pequeña pendiente de
unos 50 metros. Tras otro giro instantáneo a la izquierda ya casi nos metemos
en todos los llanos. La ruta sigue la pista azul de esquí de fondo aunque por precaución
se debe evitar ir por el medio para no molestar y retirarse a un lado lo más
posible para no pisar la huella. Discurre entre árboles y entre picos que alcanzan los 3000 metros de
altitud. Alrededor de los 45 minutos de camino a nuestra izquierda quedara el
camino de invierno dirección al refugio de la Renclusa. No es necesario
desviarse para llegar a este refugio pues por el camino que seguimos dirección
a la Besurta se puede llegar sin problemas.
Alrededor
de la ora y media de camino (no teníamos ninguna prisa) llegamos a una zona de
valle en la que debe discurrir un gran lago de montaña, en invierno tapado por
las nieves y helado pero con claros indicio de que allí hay algo, está todo
bien señalizado y no es una zona que entrañe ningún peligro.
El
tramo de ruta hecho nos pareció precioso y sencillito y nuestro regreso nos llevó
muy poco tiempo, y aunque Marta y yo dimos la vuelta antes, a nuestra llegada
vimos cómo estos dos llegaba a escasos metros detrás nuestro, el pobre Salva le
toco correr tras Mikel mientras descendía con sus esquís.
Una vez
ya de nuevo en el Hospital de Benasque decidimos entrar para poder visualizar
todas las tallas de madera que posee este precioso hotel. Las leyendas cuentas
que estas tallas fueron creadas por un cocinero que tuvo el hospital, que los
dueños de este tras ver las tallas tan preciosas que realizaba, lo sacaron de
la cocina para que creara parte de la magia de este hospital con sus figuras.
Tras un café calentito y algunas risas contando nuestras batallitas nos dispusimos a volver con la esperanza de bien pronto encontrarnos por estos lugares realizando lo que tanto nos gusta a todos, el montañismo.
¡Salud y montaña para todos!
[Hospital
de Benasque (LIC Y ZEPA del Parque Natural Posets-Maladetas del cual forma
parte este valle)]
+150 m
-150 m
·
Coordenas (DATUM 50)
Hospital
de Benasque: 31 X(304485) Y(4728669)
Besurta:
31 X(308033) Y(4728312)
·
Especies:
Plantas:
fundamentalmente pino y abeto.
Animales:
nutria, rebeco, ciervo, corzo, jabalí, águila real, buitre,
quebrantahuesos…
¡Os esperamos pronto! |
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