miércoles, 4 de febrero de 2015

Rócodromo Escuela-Refugio de Alquezar

Hola amigos, ya estoy aquí de nuevo con otra entrada de escalada que realice el sábado 31 de Enero, aprovechando el viaje de fin de semana por la Sierra Y Cañones de Guara.

Como por la mañana, tras hacer  un barranco, el Bassender, al llegar al coche tras el regreso nos encontramos con un frio y un aire intensos,  decidimos que era el momento, después de recobrar unas poquitas fuerzas comiendo y bebiendo algo para rehidratarnos y tras cambiarnos de ropa un poco más cómodos, montamos en el coche y poner dirección a la Escuela-Refugio de Alquezar (E.R.A) para poder pasar la tarde en su rocódromo escalando unas cuantas vías antes de reposar en sus estancias por la noche.

 
vista lateral del refugio
Para llegar hasta la Escuela-Refugio de Alquezar desde el parking del río Vero, solo tenemos que desandar los que ya habíamos hecho. Nos dirigiremos otra vez con el coche hasta Colungo sin dejar para nada la carretera. Pasaremos por el camping del río Vero que quedara a nuestra derecha y saldremos hacia  la nacional. Allí, carteles nos indicaran la dirección que tenemos que coger para llegar al pueblo de Alquezar. Una vez en Alquezar llegaremos hasta el parking que hay en la parte superior del pueblo donde dejaremos aparcado nuestro coche. A unos 150 metros de allí, se encuentra el refugio, el cual está indicado por carteles y se ve perfectamente desde el lugar donde hemos aparcado.

Cuando llegamos al refugio, si nuestro plan es alojarnos como así era, deberemos dejar en recepción que nos fotocopien el DNI y licencia federativa, si estamos situación de alta. Los precios oscilan para personas federadas o no federadas y entre los servicios contratados. Alojándonos tendremos la opción de usar el rocódromo de la escuela como así era nuestra intención. Os dejo la web para que podáis consultar precios ( http://www.era-info.es/precios.html ) También podemos usar solo el rocódromo sin alojarnos, pagando las tasas de su uso.

entrada a la E.R.A

Una vez ya instalados en la habitación, hicimos una buena comida y descansamos un ratito antes de ponernos a escalar un poco en el refugio.

Tras una pequeña siesta, le pedimos las llaves a Lucas, el guarda del refugio, y bajamos al rocódromo, que queda en la parte baja de la ERA. Tras pasar un par de puertas, llegas a un patio interior, y al cruzar una tercera puerta, llegas al complejo de escalada. El cuadro de luces queda al atravesar la puerta a la derecha.


El rocódromo de la escuela dispone de numerosa cantidad de vías y de grados, aparte de las numerosas travesías y variantes que en él puedes hacer. Tiene desde un panel desplomado en color verde donde podemos graduar la inclinación con vías de V a VII grado, tiene otro panel plano justo al lado con vías más sencillitas de IV grado sin desplomes, y dispone de una gran parte que imita a la roca natural que nos podemos encontrar en la montaña con vías de IV grado en adelante, hasta una zona con un pequeño techo. En esta parte hay una gran grieta para mejorar nuestra técnica de empotramiento de manos y para poder realizar escalada artificial.

Marta colocandose el arnés

En él también se hacen prácticas de descenso de rapel y escalada para muchos cursos de clubs de montaña y de técnicos deportivos de montaña, formación que he hablado en otras ocasiones para ser guía de montaña y la cual realizo para especializarme en barrancos, así como las pruebas de acceso para alcanzar estas titulaciones.

a la izquierda la grieta mencionada
Marta y yo nos dispusimos a escalar en la pared verde con inclinación, un V de buenos agarres aunque desplomado desde el comienzo. Marta decidió abrir la primera vía, y aunque le costó un poquito, finalmente chapa tras chapa consiguió llegar a la reunión y encadenarla sin problema. 

Luego tocaba mi turno. Como ya había hecho la vía suponía que no tendría mucho problema como así fue, así que como hacía mucho tiempo que no caía escalando, decidí que era buen momento para volver a experimentar la sensación de una caída en escalada y entrenar un poquito en ello, pues arrojarse implica un aprendizaje para posteriores escaldas, y hace estar preparado para una posible caída escalando en la roca sin que nos lleve de sorpresa y sabiendo tener una buena caída para evitar hacernos daño.

Tras probar un poquito la caída volví a hacer la vía encadenándola sin problemas y aprendiendo un poquito más que otras veces que la había escalado. Me sentía cómodo y seguro, no quería tan solo encadenar, que sabía que probablemente como me sentía anímicamente y técnicamente podría hacerlo, sino aprender nuevas formas de arriesgar un poquito más en mi escalada,  y así fue recogiendo información de presas más pequeñas y precarias de lo que había hecho otras veces.


Luego realizamos un poquito de técnicas de rapel para recordar aquello que teníamos un poquito oxidado y maniobras de cuerdas y reuniones. Nunca está mal reciclarnos, ya que no podemos dar todo por sabido sin tener la suficiente riqueza de información como para que las cosas fluyan solas y que en cualquiera caso sepamos cómo actuar. El aprendizaje no ocupa lugar y debe ser algo continuo y fluido.

Más tarde me apeteció a mi encadenar un IV que también había hecho en la pared que imita la roca natural, pues e escalado muchas veces en este rocódromo. Este cuarto tiene algo especial para mí, pues fue mi primera vía en abrir en rocódromo y aunque no tiene gran complicación, siempre te llena recordar los inicios en tus aventuras.

Es una vía con presas muy buenas y que para una vez que ya sabes algo de escalada, es de esas vías en las que puedes aprender bien el proceso que conlleva. 

Mi encadenamiento sin problemas, me sirvió para aprender un poquito en la forma de escalada continua y progresiva que se debe llevar, pues muchas veces mi tendencia es chapar la cinta y pedir un respiro al asegurador, no como en este caso que no pare desde el comienzo hasta el fin de la vía.

Luego Marta se dispuso a hacerla de segunda. Ella tampoco tuvo problemas aquí y disfruto mucho. 

Cuando la última vía, decidimos poner punto y final a nuestra tarde de escalada así como a nuestro día deportivo de montaña que habíamos recibido. Era el momento de una buena ducha caliente, unas cervezas y cenar un poco, que nos lo habíamos merecido. 


Acabamos contentos el día por lo bien que nos fue, y esperamos que con estas entradas podáis disfrutar tanto como nosotros, y os sirvan para para que vosotros podáis realizar deportes en estos lugares con un poquito más de información.

Como siempre, gracias a Marta por su colaboración y vuestras muestras de apoyo.

¡¡¡UN SALUDO A TODOS!!!

¡¡¡Nos vemos montañeros!!!

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